SEKHEM

El Poder Divino en el Mago

R.A.L.T.

© RALT – 2005 para:www.circulodorado.com

El termino Sekhem (o Sejem) se remonta al imperio antiguo y es uno de los elementos  más importantes en las prácticas mágicas y religiosas de los egipcios. Su traducción como es habitual con este tipo de conceptos, comprende diversos términos como “Poder”, “Voluntad”, “Majestad”, “Poder divino”, etc. Aunque el significado mágico/religioso más profundo podría traducirse como “El Poder/Voluntad del Dios habitando el corazón del Rey/Sacerdote”

Se representaba físicamente como un cetro con un cilindro más grueso en su parte superior:

Portado por el sumo sacerdote o el Rey era este un elemento imprescindible en la mayoría de ritos religiosos y políticos donde había que dar énfasis a la posesión y otorgamiento de poder, como por ejemplo consagraciones, bendiciones e inauguraciones. El significado interno de este elemento era que el poder directo del dios o “Neter” (principio divino) residía en el portador y actuaba a través de este.

El Sekhem  no solo era un elemento simbólico, sino también uno de los “cuerpos” o componentes del ser según la tradición egipcia. El Sekhem físico en forma de cetro, indicaba que su portador poseía (o pretendía poseer) este Sekhem espiritual.

Según la tradición egipcia, el ser humano posee seis cuerpos o componentes: “Khat” (el cuerpo físico), “Ren” (el nombre), “Khabit” (la sombra), “Ib” (el corazón), “Ba” (el alma), y el “Ka” (la fuerza vital).

Además de estos seis cuerpos, existe la posibilidad de adquirir otros dos cuerpos más, esto está limitado a los iniciados que sean capaces de “ganárselos” a través de duro trabajo y entrenamiento: el “Akh” o espíritu efectivo que permite moverse libremente después de la muerte y alcanzar la vida entre las estrellas y el “Sekhem”.

Podemos decir que Akh y Sekhem representan dos polos en cierto modo opuestos pero complementarios, así como el Akh tiene su utilidad futura en el mas allá como máximo exponente del ser humano realizado, el Sekhem tiene su utilidad en esta vida, permitiendo al mago o sacerdote ser un vehiculo de manifestación de la Voluntad y la Fuerza arquetípica de un dios en este mundo.

El Sekhem es el logro del sacerdocio exitoso y no está reservado para todo el mundo, ni tampoco está reservado a la tradición egipcia. Un estudiante aplicado en las artes arcanas puede llegar a ser un mago competente y evolucionar en este mundo llegando a obtener el Akh, pero cierto porcentaje de magos, son atraídos a veces casi contra su voluntad hacía determinada manifestación de la divinidad, tienen una afinidad especial con ella, de modo que sienten en su interior que su Verdadera Voluntad consiste en manifestar este aspecto de lo divino en el mundo y entonces  se convierten en sacerdotes verdaderos y el Sekhem del dios en cuestión se instala en su corazón.

A partir de ahí pueden seguir su desarrollo perfectamente, pero siempre serán un canal por el que esa influencia particular se esparcirá por el mundo.

El fenómeno de creerse un sacerdote de determinado dios, es frecuente entre los estudiantes principiantes de ciertas tradiciones mágicas, sobre todo la egipcia, es totalmente normal, pero habitualmente no es más que un estado de euforia al encontrar cierta afinidad con determinados arquetipos. En este sentido es importante advertir al estudiante, que en general, uno debe no debe olvidar trabajar con los aspectos que menos le atraen porque precisamente estos suelen ser los más descuidados en la personalidad del estudiante. Una vez que se ha obtenido cierta experiencia vital personal, el estudiante puede empezar a mirar en su interior y trabajar con todos los aspectos de su ser en armonía.

El Sekhem no debe buscarse, ya que por un lado, cuando no aparece, su búsqueda es inútil e innecesaria y por otro lado, cuando aparece, es inútil intentar evitarlo, ya que sería como intentar encerrar un carbón ardiente en una bolsa de papel…

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